jueves, 29 de enero de 2009

LA RELACIÓN ENTRE EL PENSAMIENTO Y EL LENGUAJE

Cuando Descartes concluyó que la primera verdad que podemos mantener los seres humanos sin miedo a equivocarnos es que somos seres pensantes, dijo algo que nos independizaba de la tutela divina y que nos hacía creadores de significados.
Hasta el siglo XVI la historia de la filosofía había estado impregnada de religión: Dios era el creador del mundo, del ser humano y toda explicación de lo que acontecía en el mundo encontraba su explicación en la voluntad divina. Sin embargo, al declarar Descartes que nuestro pensamiento era la primera verdad indiscutible, que pensamos y que por ello existimos seguro, por primera vez nuestra existencia estaba siendo afirmada con independencia de la existencia de Dios. ¿Significa esto que Descartes era ateo? Pues no. Esto significa que la independencia de la Razón respecto al ámbito de la fe era una realidad, aunque terminase concediendo todo el poder para explicar lo que existe al propio Dios: como creador bueno que es y como ser sumamente perfecto garantiza que aquello que pensamos con nuestro pensamiento exista, siempre que lo pensemos con corrección, es decir, siguiendo un método racional.
Somos pensamiento y gracias a este pensar podemos representarnos las cosas del mundo, tener ideas de las cosas (de hecho, Descartes inaugura el Idealismo al mantener que para conocer el mundo tiene que existir un sujeto que se represente, que tenga ideas sobre el mundo, si no poco importa si el mundo fuera o lo que fuera). Incluso, podemos pensar posibilidades y hacer nuestra propia vida real.
Para llevar a cabo toda esta labor creativa, el pensamiento necesita de un simbolismo que le permita la representación de la realidad y el poder expresarla. La característica específica del pensamiento humano es la utilización y formación de conceptos.
Los *CONCEPTOS* son los elementos o construcciones que hace nuestra mente mediante los que seleccionamos los rasgos o las características que son comunes a una pluralidad de objetos, prescindiendo de aquellas características que no comparten todos ellos.
Los conceptos nos sirven para:
1. clasificar los objetos
2. adaptar más fácilmente nuestra conducta
3. realizar mentalmente operaciones
La red de conceptos está fijada en nuestra lengua, la que cada cual aprende y habla desde pequeño, de tal manera que un hablante de español tendrá un solo concepto de “blanco” porque solo tiene una palabra para ese concepto: “blanco”.
La relación que se establece entre los conceptos y las palabras fue descrita por el lingüista F. Sausurre mediante su famoso triángulo



Lo más significativo de esta relación es que la que se establece entre el Significante y el Referente, entre el signo lingüístico o la palabra y los objetos, no es directa, sino que se establece gracias a un significado, pero…¿cómo se funda este significado?¿hay alguna razón natural de la relación entre nuestros conceptos y las palabras?.
Esta unión indisoluble entre nuestro pensamiento y el lenguaje, plantea tres preguntas fundamentales:

A. ¿Pensamos como hablamos o hablamos como pensamos?
B. ¿Cuándo y cómo se unen pensamiento y lenguaje en el proceso evolutivo humano?
C. ¿El lenguaje va siempre unido en el ser humano al pensamiento conceptual?

Tras acercarnos a la historia evolutiva del ser humano, intentaremos debatir en clase estas y otras cuestiones.

1 comentario:

Julio Muñoz dijo...

Bueno, voy a echarle un vistazo.
Parece que le estás cogiendo el gustillo a esto del blog, ¿eh Amelia?...
Bueno, todo sea por el bien de aprender... (aunque con esto del blog tenemos que currar más, jejeje)