Alegoría de la Verdad |
Verdad objetiva, lógica y psicológica
La verdad es, principalmente, una relación de conformidad entre el decir o el pensar y las cosas mismas, pero también se predica la verdad en las cosas mismas, por oposición a sus simulacros, sus representaciones o sus imitaciones. Así decimos de una proposición como "Marte es una estrella" que es falsa, pero también llamamos "verdadero chocolate" al que es auténtico, al que no es un sucedáneo.
Así pues, la verdad es un concepto onto-lógico, y la verdad puede ser considerada en las cosas mismas, en las ideas con que representamos entes y relaciones y en los signos con que las explicamos y nos presamos. O, como decían los escolásticos: in essendo, in cognoscendo, in significando. De aquí la división de la verdad en metafísica, lógica y moral.
La verdad tiene su historia y -como el concepto de inteligencia- cada cultura suele entender la verdad a su manera... Los griegos usaban para la verdad un concepto negativo- A-letheia significa des-cubrimiento o lo que se sustrae al olvido. Los hebreos llamaban a la verdad Emunah, lo sólido y fiable (De aquí viene "amén", sí, seguro, así sea). Los romanos enfatizaban con su noción de Veritas el rigor y exactitud de lo verdadero.
1. Verdad metafísica o trascendental: Refiere al ser real de las cosas: "Un verdadero empresario", "una pulsera de oro de verdad". Lo verdadero se opone así a lo virtual, a lo ficticio. Y hablamos de la verdad objetiva como la idoneidad de la cosa para engendrar en la mente un conocimiento verdadero de sí misma. Como cuando decimos, "tú no sabes de verdad lo que es el calor porque no has estado nunca en el desierto".
2. Verdad lógica o subjetiva: Expresa la conformidad de nuestro entendimiento con la cosa conocida. La fórmula tradicional que define a esta verdad es "Adaequatio intellectus et rei, secundum quod intellectus dicit esse quod est, et nove esse quod non est" (Tomás de Aquino). O sea, "la verdad es la adecuación del intelecto [del contenido del intelecto] y de la cosa, según que el entendimiento dice ser lo que es y dice no ser lo que no es". La verdad se opone aquí a la falsedad.
3. Verdad moral o psicológica: es la conformidad de la palabra con el juicio, el enunciado interno o el pensamiento del que habla. La verdad se opone aquí a la mentira. Es interesante notar que un sujeto puede mentir en sentido moral y sin embargo decir la verdad en el sentido lógico. Por ejemplo si alguien, pensando que el gato del vecino está vivo, y por fastidiarle o gastarle una broma pesada, le dice: "tu gato está muerto". Miente. No obstante, resulta que, casualmente, el gato se electrocutó esa noche y por lo tanto es verdad objetiva que ha muerto.
La verdad reside propiamente en el juicio, en la proposición, en el enunciado, en el razonamiento o la argumentación, aunque de un modo incoado e imperfecto se pueda hablar de verdad en la percepción intelectual.
En los sentidos no puede residir la verdad, pues los sentidos no juzgan de las cosas que perciben. En rigor, todas nuestras percepciones, aunque sean alucinaciones causadas por las drogas o por la fiebre, son verdaderas.
Verdad material y verdad formal
Es muy relevante la distinción entre verdad formal y verdad material de las proposiciones y de los razonamientos.
Verdad material (antes la hemos llamado lógica o subjetiva) es la concordancia, conformidad o adecuación entre el pensamiento y la realidad; o sea, una proposición o un razonamiento son materialmente verdaderos cuando lo establecido en ellos está de acuerdo con la realidad, es decir, sus estructuras ideales representan hechos del mundo o relaciones reales entre las cosas o las ideas como objetos puros del pensar. La proposición «El Sol es una estrella» es una proposición materialmente verdadera.
Verdad formal es la ausencia de contradicción, la consistencia o coherencia lógica del pensamiento; o sea, una proposición es formalmente verdadera cuando no es contradictoria, es decir cuando el concepto del sujeto y el del predicado no se contra-dicen. La proposición «lo suave es áspero» es una contradicción entre los términos y es, por consiguiente, una proposición formalmente inválida. La proposición «La capital de Portugal es Oporto» es formalmente válida pero materialmente falsa.
Un razonamiento es válido cuando la conclusión es consecuencia lógica de las premisas. Un razonamiento es inválido cuando la falsedad de la conclusión puede coexistir con la corrección lógica y validez de las premisas.
Pues bien, a la Lógica no le interesa en principio la verdad material de las proposiciones y los razonamientos, sino sólo su verdad formal, es decir, su corrección o validez.
A propósito de la validez y verdad material de las proposiciones, parece razonable aceptar los siguientes principios:
a) Las proposiciones materialmente verdaderas, también lo son formalmente.
b) Las proposiciones formalmente verdaderas pueden ser materialmente verdaderas o materialmente falsas.
c) Las proposiciones formalmente falsas son también materialmente falsas.
Atendiendo a dichos criterios, pueden darse cuatro tipos distintos de razonamiento:
1) Materialmente verdaderos y con forma válida:
Todos los cuadriláteros son polígonos
El cuadrado es un cuadrilátero
Luego, el cuadrado es un polígono
2) Materialmente verdaderos y con forma inválida:
Algunos humanos son filósofos
Algunos filósofos son materialistas
Luego algunos materialistas son humanos
Ambas premisas podrían ser verdaderas, siendo sin embargo la conclusión falsa:
Todos los vegetales son seres vivos
Todos los hombres son seres vivos
Luego, todos los hombres son vegetales
3) Materialmente falsos y con forma válida:
Todas las estrellas tienen luz propia
Ganímedes es una estrella
Luego Ganímedes tiene luz propia
4) Materialmente falsos y con forma inválida:
Todos los planetas son seres vivientes
Todos los marsupiales son seres vivientes
Luego todos los marsupiales son planetas
Verdades de razón y verdades de hecho
La distinción entre verdad formal y material es análoga o paralela a la distinción entre verdad analítica y verdad sintética. Una proposición analítica es verdadera en virtud de los significados de las palabras que contiene, y una proposición sintética es verdadera en función del modo en que el mundo es."El todo es la suma de las partes" es una verdad analítica. Me basta comprender qué sea un todo para comprender que el predicado "suma de partes" le conviene. O sea, el predicado no es más que el análisis del sujeto. Por el contrario "La Constitución se aprobó por mayoría en 1978" es una proposición sintética. Por mucho que yo analice la idea del sujeto (Constitución) no se desprende de ella que tuviera necesariamente que aprobarse en 1978. La verdad aquí es síntesis tanto de lo referido por el sujeto como de lo referido por el predicado.
La idea de necesidad afecta a las verdades analíticas o verdades de razón (verdades de Perogrullo), mientras que las verdades sintéticas o empíricas son contingentes, lo cual significa que siempre ha podido o puede suceder lo contrario de lo que enuncia la proposición sintética verdadera. Puede que fuera muy improbable que los españoles no aprobaran la Constitución del 78, pero improbable no significa imposible. Lo contrario de una verdad de razón es un imposible como "2 + 2 = 5", porque las verdades de razón se basan en el principio de identidad y de no-contradicción ((A => A) & ¬ (A & ¬A)). Mientras que lo contrario de una verdad de hecho siempre es posible, aunque su grado de probabilidad sea mínimo. Es muy improbable que nieve en junio, pero improbable no significa imposible.
Kant llamó a los juicios analíticos como "Toda esfera es redonda" juicios de explicación o elucidación, mientras que a los sintéticos como "Los hombres son egoístas" los llamó juicios de ampliación o dilatación. Los juicios analíticos tienen un fundamento meramente lógico, mientras que los juicios sintéticos tienen un fundamento empírico. Según Leibniz, los juicios de hecho se basan en el Principio de Causalidad o Principio de Razón Suficiente: “Jamás ocurre nada sin que haya una causa o al menos una razón determinante” (Leibniz).
Ejemplo: " Julio César pasó el Rubicón" es un juicio de hecho, una proposición sintética. No es imposible pensar que César hubiese decidido no pasar el Rubicón y marchar hacia Roma, pero es razonable creer que hubo una causa suficiente para que lo pasara. Es decir, los hechos tienen una explicación o razón suficiente aunque no sea necesario que sucedan estos hechos -y no otros-. De esta forma, Leibniz salvaba su racionalismo a la vez que dejaba espacio para la libertad, en este caso la de Julio César.
Sea “p” la proposición que describe un acontecimiento y Pp la posibilidad de p:
p implica Pp, pero Pp no implica p
Las verdades de razón se llaman también verdades a priori, porque son previas a toda experiencia. Las verdades de hecho se llaman también verdades a posteriori, pues requieren de la experiencia o del experimento para su validación. Las verdades de razón refieren a esencias inteligibles, mientras que las verdades de hecho refieren a existencias sensibles. Para Leibniz, el fundamento último de las verdades de razón está en la Inteligencia del Creador, mientras que las verdades de hecho dependen de Su Voluntade.
En nuestro tiempo, el filósofo Quine ha probado que la diferencia entre “enunciados analíticos” y “enunciados sintéticos” es una diferencia de grado. No es posible señalar un corte claro entre ellos. Los enunciados analíticos son aquellos cuya verdad estamos menos dispuestos a revisar puesto que al ocupar en el todo de la ciencia un lugar cercano al centro son menos afectados por las comprobaciones empíricas y la evidencia sensible.
Por consiguiente no se pueden entender los juicios lógicos como absolutamente independientes de las ciencias empíricas (concepción paratáctica de la lógica, opuesta a la concepción horística). La diferencia entre la lógica (verdades de razón) y las ciencias empírico-naturales (verdades de hecho) sería una diferencia de grado.
TEXTOS PARA COMENTAR Y REFLEXIONAR
1. “Sólo sé que no sé nada” (Atribuido a Sócrates)
2. “Lo verdadero, dicho brevemente, es sólo lo ventajoso en nuestro modo de pensar, de igual forma que lo justo es sólo lo ventajoso en el modo de conducirnos”. W. James. El significado de la verdad.
3. “La verdad es ese género de error sin el cual un determinado tipo de seres vivos no podría vivir. La valoración de la vida es en definitiva lo más importante”. F. Nietzsche. Verdad y mentira en sentido extramoral.
4. “La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.
Agamenón. - Conforme
El porquero. - No me convence”
Antonio Machado. Juan de Mairena (1936)
5. “Lo que hoy aceptamos como bello, algún día se nos revelará como verdad”. Schiller, 1778.
6. “¿Qué es la verdad? Estabilidad. ¿Cambia la verdad? No cambia. La estabilidad es el ser. El ser no tiene tendencia alguna. La estabilidad no es otra cosa que equilibrio”. Sergiu Celidibache (+ en 1996). “La música, el camino a la libertad”.
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