lunes, 24 de febrero de 2014

DEMOSTRACIÓN Y EXISTENCIA

 El razonamiento demostrativo


La demostración, junto con la definición y la división lógica, es uno de los pilares del método general de las ciencias. 

La prueba es en sí misma un criterio que nos permite diferenciar la ciencia de la creencia o la opinión, pues solemos considerar a la ciencia como el saber demostrado o probado.

Aristóteles distinguió tres tipos de razonamientos:

1) El razonamiento sofístico que parte de alguna premisa falsa. Por ej.: “Si quieres ser feliz, cómprate un automóvil descapotable rojo” (se da por hecho, falsamente, que todo el que tiene un deportivo así es feliz).

2) El razonamiento probable o dialéctico, que parte de alguna premisa meramente probable. Por ejemplo, “El universo contiene tantas galaxias y soles que en alguno de sus planetas habrá prosperado la vida y existirán seres inteligentes como en el nuestro”.

3) El razonamiento apodíctico o demostración, que parte de premisas verdaderas y concluye en consecuencia y necesariamente verdades nuevas que se derivan de aquéllas.

Tipos de demostraciones

La demostración es un proceso en el que se encadenan razones para, partiendo de lo conocido, llegar a lo desconocido o comprobar que un predicado le conviene a un sujeto.

Algunas van de la causa el efecto, como cuando decimos que Campos de Castilla tiene que ser un estupendo libro de poemas porque Machado fue un extraordinario poeta y esa es una de sus mejores obras; o del efecto a la causa, por ejemplo cuando concluimos que puesto que Blade Runner y Gladiator son películas bien dirigidas, Ridley Scott, su autor, es un gran director.

Las demostraciones pueden basarse en intuiciones geométricas, o sólo en razones (como la demostración del teorema de Pitágoras), también en hechos, como cuando un fiscal prueba que, dados los indicios y los informes de los peritos, el imputado es un asesino, puesto que estaba en el lugar del crimen y sus huellas digitales están en el puñal; o cuando un químico prueba en su laboratorio que mezclando hidróxido de potasio y ácido sulfúrico obtenemos sulfato potásico y agua.

Se puede demostrar una tesis directamente (por deducción e inducción), o indirectamente. A la demostración indirecta se le llama también apagógica o reducción al absurdo. Se parte de lo contrario a lo que pretendemos demostrar (A) y si razonando a partir de dicha tesis (¬A) llegamos a una contradicción o a un absurdo (B & ¬ B), queda suficientemente probada la tesis A.