viernes, 16 de diciembre de 2022

MODALIDADES ALÉTICAS & EXISTENCIA


Cuadro de oposiciones en Lógica modal


Matices de lo verdadero

La corriente principal de la lógica clásica fue durante siglos puramente asertórica. Incluso Leibniz -tan pendiente de la categoría modal de posibilidad- afirma: "Toda proposición es verdadera o falsa"(1). Tercio excluso respecto de la función veritativa. La lógica clásica era binaria, como la división del sexo, respecto al valor de verdad. Sea un enunciado cualquiera como "los vampiros son hemofílicos" o es verdadera a secas o es falsa a secas, por eso la llamamos lógica asertóricaNo hay en ella valores intermedios. No se admiten en ella modalidades de la verdad ni de la falsedad. La lógica que se ocupa de estos "matices"(2) se llama lógica modal. Las modalidades de la verdad tradicionales, modalidades aléticas, son: necesario, posible, imposible y contingente. La lógica modal admite pues cuatro operadores:

  • Necesario (N): "es necesario que p" (entendiendo por p cualquier proposición).
  • Posible (P): "es posible que p"
  • Imposible (I): "es imposible que p"
  • Contingente (C): "es contingente que p".
Aunque la lógica modal no ha tenido un desarrollo tan brillante y continuo como la asertórica, se puede decir que nació con Aristóteles, que comprendió que los modos de ser de la verdad, las modalidades aléticas ,desempeñan un valor decisivo en muchas inferencias. 

Todas las nociones modales pueden reducirse a una, sea la necesidad (N), sea la posibilidad (P). Si tomamos como principio el operador de posibilidad, representaremos "es posible que p": Pp. Entonces:

¬ Pp <=> Ip, o sea: "No es posible p equivale lógicamente a es imposible p".
¬ P ¬p <=> Np, o sea: "No es posible no-p equivale a es necesario que p sea verdad".

En su Introducción a la lógica formal, Alfredo Deaño enuncia algunas leyes de la lógica modal proposicional, por ejemplo: p --> Pp, Np --> p, etc.: "Si la proposición p es verdadera, entonces es posible su verdad", "Si p es necesariamente verdadera, entonces es verdad que p"... "Sea un aserto p, por ejemplo, 'el calor dilata los cuerpos', entonces es posible que "el calor dilata los cuerpos sea verdadera" o "Si es necesario tener ojos para ver, entonces es verdad que los ojos sirven para ver".

Siguiendo a Aristóteles, los lógicos de la Baja Edad Media formularon reglas silogísticas modales como instrumentos de inferencia (consequentiae modales). Por ejemplo: ab opportere ad esse valet consequentia, es decir: "Por ser necesario vale la consecuencia al ser", o ab esse ad posse valet (3): "Del ser vale deducir la posibilidad de ser".

Los estoicos investigaron la lógica del tiempo. Sus hallazgos tomaron una nueva dirección en la filosofía medieval islámica. Los lógicos musulmanes no redujeron la temporalidad a modalidad ("siempre p" a "es necesario p"), sino que combinaron las categorías lógicas temporales con las modales a fin de obtener una gama más sutil y matizada de modalidades que las implícitas en el "cuadrado aristotélico" (llamado también de Apuleyo o de Boecio).

Los estoicos en efecto, según recuerda Rescher(4) distinguían tres tipos de modalidades:
  1. La propiedad permanente
  2. La disposición durable
  3. El estado pasajero
La lengua española ha recogido los dos matices de 1. y 3. en su distinción ser/estar. Así "ser un enfermo" significa propiedad permanente, mientras que "estar enfermo" significa estado pasajero.

A 1., la propiedad permanente, se vincula un tipo de necesidad permanente como en "El hombre es un animal" (universalmente verdadera); menos rigurosa es la disposición durable (tipo 3.) implementada por la tesis "el hombre prudente actúa sabiamente", verdad que admite excepciones. Una necesidad muy atenuada, que podríamos llamar probable, se vincula a 3., el estado pasajero, por ejemplo en "la cigarra vuela", pues sólo sería verdadera en algunos casos.

El polímata Avicena (Ibn Sina, 980-1037) cultivó esta vía abierta por los estoicos. Con más precisión, el lógico persa Najur al-Din al-Qazwini al-Katibi (que murió hacia el 1276) desarrolló toda una teoría de las modalidades temporales, analizada por Rescher (Temporal modalities in arabic logic). Al-Qazwini distingue seis tipos de proposiciones simples modales temporalizadas: Absolutamente necesaria, absolutamente perpetua, generalmente condicional, generalmente convencional, generalmente absoluta, generalmente posible.

La proposición absolutamente necesaria (por entrar en la sutileza metafísica del filósofo persa) se caracteriza por el hecho de que el predicado es necesariamente afirmado (o negado) del sujeto tanto tiempo como la esencia del sujeto se encarne en una existencia. Para obtener la definición de la proposición absolutamente perpetua conviene reemplazar en la proposición precedente "necesariamente" por "perpetuamente".

Algunas de estas seis combinaciones se prestan a combinaciones de dos en dos, obteniéndose así siete compuestas. Avicena ya había mencionado y clasificado estos trece tipos de proposiciones modales temporalizadas; Al-Qazwini daba además las reglas que permiten obtener sus contradictorias y sus conversas.

Aunque no tan rica, en el Pseudoescoto también encontramos la distinción entre proposiciones absolutamente necesarias, absolutamente perpetuas, generalmente condicional, generalmente absoluta. No sabemos si se trata de una influencia islámica o de una reinvención a partir del mismo punto de vista estoico.

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Cuadro octogonal de oposiciones modales


De la Existencia como modalidad veritativo-funcional

Desde nuestro punto de vista, nada impide depurar las cuatro categorías modales tradicionales (necesidad, posibilidad, contingencia e imposibilidad) de cualquier compromiso existencial, intelectualizándolas, y añadir el concepto de existencia y su contradictorio (inexistencia) como operador lógico o, mejor dicho, onto-lógico. Se puede hacer bajo la figura de un esquema hexagonal, como celda de panal de abejas.


Las categóricas del cuadrilátero aristotélico (universal afirmativa y negativa, particular afirmativa y negativa han sido sustituidas por la Necesidad, la Posibilidad, la Imposibilidad y la Contingencia, N, P, I, C). A estas modalidades esenciales hemos añadido la existencia (E) y la inexistencia (0), El 0 de la inexistencia alude al cero matemático y al conjunto vacío. Ejemplos de proposiciones existenciales serían: "Hay vida extraterrestre", "El cambio climático es un hecho", "Estoy contento", "No hay vacío"(5), etc. Evidentemente si esta última proposición fuese cierta porque el vacío no existe, entonces su contradictoria "existe el vacío" sería verdadera.

La estrella lineal interior de nuestro hexágono, compuesta de tres segmentos con seis puntas indica la contradictoriedad. Oposición que significa que dada la verdad de un enunciado modal se sigue la falsedad de su contradictorio y viceversa. No hay que confundir la contradictoriedad con la contrariedad. Dos proposiciones contrarias (N & I), pueden ser falsas al mismo tiempo, pero no verdaderas al mismo tiempo. "Que los hombres consigan terraformar Marte" puede considerarse falsa tanto si la modalizo como necesariamente verdadera, como si la modalizo como un imposible.

Las subcontrarias P & C (posibilidad y contingencia) pueden ser verdaderas al mismo tiempo, pero no falsas al mismo tiempo.... "Puede ser verdad que el poder corrompe" y también es cierto que "no todos los que ejercen el poder son necesariamente corruptos" (N), es decir "es verdad que algunos políticos no se corrompen" (su contradictoria contingente, C).

Una verdad posible puede ser siempre considerada como contingente y viceversa. Así "Tierno Dialó es ciudadano guineano" o "algunos vecinos acudirán al funeral del martes": puede que sí, puede que no. Eso nos hace pensar que la posibilidad no es sino la otra cara de la contingencia. O mejor, que la contingencia es la cruz de la moneda de la posibilidad onto-lógica. 

Las líneas segmentadas que van desde la verdad necesaria (N) a la posible (P) y desde la  imposible (I) a la contingente (C) señalan la oposición tradicional de subalternación. De la necesidad ontológica (N) se sigue el modo de posibilidad de la verdad y de la imposibilidad de que una proposición sea verdadera se sigue su contingencia, pero no viceversa. No podemos elevarnos sin más desde la posibilidad a la necesidad ni desde la contingencia a la imposibilidad. Aunque no se nos escapa que la necesidad dice más, tiene más alcance epistemológico y ontológico que la posibilidad, y la imposibilidad dice más que la contingencia. Así, si me consta que es imposible un círculo cuadrado (que sea verdadero onto-lógicamente), también sé que la proposición contingente "hay un círculo que no es cuadrado" es verdadera.

A la modalidad de la existencia hay que otorgarle un estatuto especial si queremos entenderla lógicamente. Podríamos restringir el resto de los modos a la esencia entendida como pura  posibilidad de ser verdad onto-lógicamente, pues es posible también reducir lógicamente N & I & C, a P. Las proposiciones existenciales o sus contradictorias (a las que podríamos llamar "nihilistas") refieren fácticamente o contrafácticamente (negatio = 0). Podría decirse que en ellas domina la extensión, la situación temporal y la actualidad de la experiencia respecto al estado de las cosas...
"Nunca nos es posible conocer la necesidad de la existencia partiendo de conceptos, sino partiendo siempre de su conexión, según las universales leyes de la experiencia, con lo percibido." (Kant. Crítica de la razón pura, (6)).
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Cubo lógico de proposiciones categóricas de Reichenbach


La categoría kantiana de existencia 

En Kant, en su "Analítica trascendental", la existencia y no existencia aparecen como conceptos puros, formas a priori, predicamentos o categorías dinámicas de nuestro entendimiento. Tras dibujar su tabla de las categorías, Kant une a los predicamentos de modalidad otros que llama conceptos puros derivados o "predicables". A las categorías de modalidad une los del nacer, del morir y los conceptos del cambio.

En las proposiciones existenciales lo sustancial es un esquema de permanencia real de sus  sujetos y predicados en el espacio-tiempo. "No es el tiempo el que pasa, sino que es la existencia de lo transitorio lo que pasa en él", dice Kant(7). Aunque todos mis juicios suponen la representación del "Yo soy", la determinación de la experiencia de la existencia depende de algo que no está dentro de mí, que no es a priori, de algo que está fuera de mí, con lo cual me tengo que considerar en relación y en situación, pues la realidad del sentido interno se haya ligada al del externo. "Tengo una certeza tan segura de que existen fuera de mí cosas que se relacionan con mi sentido como de que yo mismo existo como determinado por el tiempo". Pensamos como existente lo permanente en el tiempo, "de cuya coexistencia con lo mudable surge el concepto del cambio"(8). 

Lo que se presenta como existente difiere por intensidad, viveza y riqueza de detalles de lo representado por la memoria o la imaginación. La existencia en todo tiempo, en un tiempo que puede ser relativo, transitorio, lleno o vacío (inexistencia) es permanencia presente, ser en acto (E), o ausencia (0). En la Crítica de la razón pura, Kant emplea muy escasamente las palabras que traducimos por existencia (Daseyn, Existenz), al menos en comparación con las palabras experiencia (Erfahrung) o realidad (Wirklichkeit, Realität).

En su Opus postumum, refiriendo a la existencia (Daseyn) como principio de conocimiento a priori (actualidad de la existencia), la define como la experiencia en general en la determinación omnímoda, según la dialéctica leibniziana. Existentia est omnimoda determinatio. Los conceptos son equivalentes y por tanto podemos decir que Omnimoda determinatio est existentia. Esta omnimoda determinatio no puede ser dada, pues procede al infinito de determinaciones empíricas. Podemos pensarla sin embargo como objeto de experiencia posible, que no deriva de una experiencia, sino que la hace posible, y como aquello que en sí mismo es singular y determinado para la experiencia. "Lo infinito es singular" (Opus postumum, 3ª, 2º, XXII). La referencia de Kant es Leibniz, para quien la determinación omnímoda tiene un valor capital y está en el origen de las discusiones sobre el libre albedrio y el problema del mal. Esta idea conecta también con el principio espinocista omnis determinatio est negatio.

El objeto de la experiencia posible no es ya el ens realissimum, sino una idea de la razón, dada a priori. Las figuras de la existencia aparecen así como posibles, modos diversos de limitar el espacio infinito. Para Kant "todo lo efectivo está omnimodamente determinado, pero no: todo lo omnimodamente determinado es efectivo. Se trata sólo de un pensamiento" (9).

"La experiencia no es un agregado de representaciones empíricas, sino un Principio de representación omnímoda de la percepción (representación empírica con conciencia), las cuales son pensadas a priori como enlazadas en un sistema universal (física)". 

Sólo lo omnimodamente determinado -o sea, la existencia (Existenz, Existentia)- fundamenta la experiencia. A esta la construimos artificialmente, no es una mera agregación natural de percepciones(10). Análogamente, el experimento es algo que fabricamos y no una mera experiencia. El carácter o forma de la pregunta que formulamos a la naturaleza determina a priori su respuesta. Por eso conocer es siempre un hacer (Tun).

No se puede probar la existencia de una cosa directamente a priori, ni por un Principio analítico ni por un Principio sintético del juicio. De ahí la negativa kantiana a admitir la prueba ontológica, pues a posse ad esse non valet consequentia. Es decir, que no podemos inferir la existencia de la posibilidad, aunque sí viceversa: Ep => Pp. (Aunque para Kant sí vale la consecuencia del deber ser al poder ser, que le permite en la práctica pensar los deberes como mandamientos divinos) (11).

Kant concibe la existencia (Existenz), escala de los progresos, como fenómeno del existir (Daseyn) y de la conexión de seres racionales y la Existentia Noumenon real y verdaderamente sólo de un modo negativo, como un "no estar para siempre en este mundo" (12). "La omnímoda determinación de sí mismo en la experiencia, como unidad, [es] la existencia"(13). En efecto, sin referencia a la identidad y la unidad, ni la multiplicidad puede ser múltiple ni la pluralidad plural.


Para saber más:

"Modalidades y Lebniz" del mismo autor en A pie de clásico:  https://apiedeclasico.blogspot.com/2020/06/modalidades-y-leibniz.html 

Notas

(1) "De la naturaleza de la verdad", ca. 1687. En Escritos filosóficos, ed. de Olaso, pg. 399.
(2) Cfr. Alfredo Deaño. Introducción a la lógica formal, Alianza, 1978, pgs. 333ss.
(3) He corregido aquí el lapsus de la edición citada del libro de Deaño ("posee" por posse).
(4) Temporal modalities in arabic logic, cit. por Jean-Louis Gardies en Lógica del tiempo, Paraninfo, Madrid 1979.
(5) Esta último aserto es de Leibniz. "Verdades primeras" (ca. 1686), ed. de Olaso, Madrid 2003, pg. 396.
(6) Edición de Pedro Ribas, Alfaguara, Madrid 1993, pg. 250.
(7) Ed. cit. pg. 186.
(8) Kant, ed. cit. pg. 33, nota.
(9) Kant. Transición de los principios metafísicos de la ciencia natural a la física (Opus postumum), ed. Félix Duque, Ed. Nacional, Madrid 1983. Nota 55 a la 1ª parte.
(10) Opus postumum, ed. cit. pg. 398s.
(11) Opus postumum, ed. cit. pg. 609.
(12) Ibidem, 1ª Parte, XXI, 345, pg. 128.
(13) Ibidem, 4ª P. cap. 2º, XXI, 26, pg. 637.

jueves, 24 de noviembre de 2022

DEL GRITO AL HECHO

 
"Ramonero", JBL 2022.

De la interjección a la terminología

La palabra pretende exteriorizar lo que percibimos o deseamos comunicar, aspira a manifestar lo interno. El sabio, científico o filósofo, pretende decir lo que las cosas son o cómo funcionan y se explican los eventos del mundo, o sea lo que acaece. Por eso tienden a expresar sus pensamientos con términos técnicos, con palabras bien cinceladas como cristales, con proposiciones que valgan por fórmulas, de silueta inequívoca, geométrica, palabras -llamémosles aquí propiamente términos- que intentan ser cosas o, por lo menos ensayan agotar su significado en su extensión referencial, sin más connotación que referir al mundo.

Por eso, conocer una ciencia es saber hablar y jugar con su lenguaje técnico, dominar su terminología, cuyos primeros conceptos deben permanecer estricta y rigurosamente definidos. Las terminologías son formas extremas de lenguaje cuyos significantes precisos señalan un máximo ideal y un mínimo emocional. Ayunas de sentimientos pueden sin embargo ser hermosas como poliedros.

"Las cosas -dice Goethe- son diferencias que nosotros [im]ponemos". Ortega ejemplifica este dictum autorizado refiriendo magistralmente al pensar del infante(1), pues los niños apenas distinguen unas cosas de otras. Para un chaval cualquiera, al principio, todo lo que se mueve sobre ruedas es, por ejemplo, "un papú". Pronto aprende el nene a distinguir un turismo de un camión, una ambulancia de una bicicleta. Las diferencias identificadoras son en su mente al principio poco profundas, separadas a penas por surcos imperceptibles, como esas ondas que modelan la piel acuosa de los estanques quietos cuando sopla el viento.

Las ideas de los niños son pocas y, más relevante y decisivo pedagógicamente: los niños llaman cosas a las siluetas fugitivas que van dibujándose en su afectividad, en sus emociones, pasiones y sentimientos. Por eso -comenta Ortega- los niños dan "gritos de avecilla" corriendo bajo el sol por los jardines, gritos inarticulados: suspiros, ayes, gemidos...,  o improperios.

Mas la palabra es grito modulado o murmuración articulada. Ya no grito ni clamor ni quejido, sino formalidad estable de la voz que por su definido y terminado contorno sonoro colecciona y aprisiona imágenes esquemáticas y, al fin, conceptos abstractos y formas inmateriales. Para expresar una explosión de alegría o un deje de dolor basta con el gesto o con el grito. En ellos están ausentes el motivo y la causa. Lo importante -como en poesía- es la conmoción del alma. Es el lenguaje emocional, la comunicación inmediata de las pasiones, una forma primigenia -y salvaje, si quiere decirse así-..., figura extrema de lenguaje, al menos para nuestros caracteres educados o bajo las circunstancias que dotan al espíritu de serenidad.

Al contrario que el léxico técnico y las terminologías científicas o filosóficas, la comunicación emocional expresa un mínimo de ideas y un máximo de afectividad. El residuo que queda en el lenguaje del grito, del gemido, del suspiro o del bostezo, es la interjección como expresión emotiva o apasionada, que expresa asombro (¡oh!), aceptación (¡guay!, ¡genial!), rechazo (¡eh!), advertencia (¡hey!), sorpresa (¡uy!), asco (¡puah!), etc. Palabras como "imbécil" o "tío" fácilmente se convierten en interjecciones con tal de que las exclamemos con entusiasmo, por no hablar de los tacos...

Pues bien, la vida del idioma -concluye Ortega- flota y fluye entre ambos extremos, entre el grito transfigurado o travestido en interjección y el término exacto y riguroso que usa y define el sabio: "La interjección es su germen, el término técnico es su momia". Digamos de paso que las palabras no fueron en su origen sólo metáforas -como pretendía Nietzsche-, que luego gastamos y olvidamos para volverlas concepto inerte, sino que, más primitiva o genuinamente aún, en su génesis biológica, fueron gritos o silbidos, o espasmos de la voz provocados por la herida o la sorpresa que causó el mundo en la mente del primate o del homínido. 

El caso es que la palabra sigue mostrando su genio bipolar: oscila, vibra, fluctúa y titubea desde la interioridad sentimental, emotiva y discontinua, hasta la cristalización en un sistema de términos o de conceptos abstractos o ideas: una terminología, una ideología, una teoría, una ontología...

Es importante reconocer que toda palabra es como un morlaco con dos cuernos, aunque quizá uno de ellos permanezca más o menos oculto, o limado y desmochado, reducido a muñón. Toda palabra posee estos dos polos, estas dos fuerzas ilocutivas o direcciones, con diversos efectos perlocutivos según la dinámica y el contexto de comunicación. Una de ellas la empuja hacia el pensamiento puro, libre de afecciones, frío como un témpano, valioso como representación positiva, objetiva; la otra dirección induce la palabra a expresar un estado emocional. 

Toda palabra es un compromiso entre ambas tendencias, la emotiva y la intelectual.


Nota bibliográfica

(1)  José Ortega y Gasset. Obras completas, 2. "Una primera vista sobre Baroja", Revista de Occidente, Madrid 1998, pg. 106s.

sábado, 19 de noviembre de 2022

PENSAR LO DIVINO

 

Fantasía plotiniana, JBL, 1988.

Pregunta: ¿Crees que el debate sobre la existencia o no existencia de Dios es infructuoso? ¿Por qué sí o por qué no?

En su Examen de ingenios para las ciencias (Baeza, 1575) Juan Huarte de San Juan explica cómo nuestra imaginación y nuestro entendimiento, facultades del Ingenio o talento creativo propiamente humano, poseen intimidad con la libertad, contribuyendo así muy decisivamente a la formación del carácter moral, es decir, de lo que hacemos con nosotros mismos eligiendo.

La facultad imaginativa, en efecto, es libre de imaginar lo que quisiere, por ejemplo la idea de una sociedad justa o de un ser perfecto. Kant habla de la «espontaneidad de la imaginación productiva», pero no la separa tan claramente del entendimiento como Huarte, al suponer que es «un efecto del entendimiento sobre la sensibili­dad». Por tanto -piensa Huarte-, de las acciones de esta potencia, de la imagina­ción depende que fortalezcamos la racionalidad o la irascibilidad de nuestro ánimo y 

"Así estando en nuestra elección fortificar (con la imaginati­va) la potencia que quisiéremos, con razón somos premiados cuando fortificamos la racional y debilitamos la irascible, y con justa causa somos culpados cuando fortificamos la irascible y debilitamos la racional. De aquí se entiende claramente con cuánta razón encomiendan los filósofos morales la meditación y consideración de las cosas divinas; pues con sola ella adquirimos el temperamento que el alma racional ha menester, y debilitamos la porción inferior" (Examen de ingenios, edición de 1594, V.).

¿Hasta qué punto estas palabras de Huarte abren el camino al deísmo ilustrado? Esta cuestión es difícil de respon­der. Pero que las cosas divinas sean objeto de la imaginación parece implicar que no puedan serlo de la actividad sensible, que no son hechos del mundo. Sólo el fanático ve a Dios. De todos modos, si Dios no existe como hecho sen­sible, hay que pensar­lo como objeto ima­ginario, hay que ingeniarlo, hay que inventar­lo como ideal de perfección posible

Kant considera a Dios un supuesto imprescindible de la moralidad o, dicho más abstractamente, un postulado básico para  el uso de la razón ético-práctica. Dios es así un fin de fines, un principio de esperanza en que convergen, en el infinito, justicia y felicidad, el reino de la naturaleza y el de la gracia, la virtud y la alegría que cada excelencia merece. También es posible, desde luego, pensar a Dios como un Demiurgo cruel (Sade) imitando su poder para hacer el mal. Por tanto no sólo la idea de Dios es formalmente relevante moralmente, sino que también cuenta el modo en que pensamos su contenido y sus notas o atributos (uno, bueno, bello, justo, etc.) 

Luz interior, JBL 2022.

Esto es lo que podría deducirse del análisis del Examen de Huarte, con tal de que uno renuncie a ver en la Palabra Revelada una noticia sensible y sustituya la teología del libro por la teodicea de la razón o justificación del Ideal de la razón pura en su uso moral. La pertinen­cia ética de las ideas acerca de lo divino pende ahora de la potencia trascendente de una imaginación entendida o de un entendimiento imaginante, de sus poderes anticipadores, cuyo cuidado es la atención que debe elevar el espíritu hacia las cosas mejores, cosas que son propia o relativamente: inven­cio­nes, engendros, especies, ideales suyos, ilusiones racionales o "sueños de la razón". 

No cabe racionalmente desdeñar el hecho de que tales ideales operan como tónicos de la voluntad y estímulos del yo ejecutivo. Por consiguiente, la idea de lo divino o la noción de lo perfecto resulta moralmente relevante como horizonte de autorrealización y de elevación de los espíritus para la generación de acciones convenientes y correctas.

viernes, 7 de octubre de 2022

PARAÍSO DE NOMBRES PROPIOS

 

Hanuman, el dios mono o un aspecto de Shiva

Estoy seguro de que esa tonta manía publicitaria de escribir nombres propios con minúsculas es síntoma de deshumanización y sugestión de cosificación: “Todos merecen (merecemos) un nombre propio” –escribió Octavio Paz para lamentarse al mismo tiempo de que nadie lo tenga-. 

En El Mono Gramático, el premio Nobel mejicano (y este ya es nombre común) especula con la posibilidad de que el Paraíso (nombre propio de aquel Edén del que fuimos expulsados) estuviese regido por una gramática ontológica, porque las cosas y los seres serían sus nombres y cada nombre sería propio.

jueves, 8 de septiembre de 2022

VIOLENCIA Y REVOLUCIÓN

Portada de la novela histórica de G. Núñez de Prado:
Marat, Barcelona 1930.


Kant no sólo fue un punto y aparte en la historia del pensamiento por su análisis de la sensibilidad y del conocimiento humano, al que puso límites, sino también por su pensamiento moral y su énfasis en el deber con la Humanidad. Se percató, por ejemplo, de la insolvencia y crueldad inútil de guerras y revoluciones. Supuesto el progreso de las armas de destrucción masiva y su creciente coste, no pueden ser ya instrumentos de progreso. Los recursos que los gobiernos destinan a la carrera de armamentos, se detraen de la educación, la sanidad, los servicios sociales... Además, la primera víctima de la guerra es siempre la verdad y su colega: la libertad de expresión.

jueves, 21 de julio de 2022

EDUCACIÓN Y POSTMODERNIDAD

 Educación o postmodernez

 

Opinión sobre los males de la educación actual y los retos que deben afrontar los docentes para volver a algunos principios perdidos o degradados.

 


Principios

Muy razonablemente el pensamiento ilustrado suponía que nadie puede ser libre ni feliz en la ignorancia y que la formación del carácter exige la superación del desorden de los apetitos, de la mezquindad del egoísmo, y de la tiranía de los prejuicios y las tradiciones. La base última y objetiva de los valores que debieran, desde dicho modelo, determinar la educación habría que buscarla en la propia naturaleza y significado del saber, en la independencia y libertad del educador, y no en las predilecciones de los alumnos (que si supieran lo que quieren, no tendrían por qué serlo), ni en las banalidades de la opinión pública o los caprichos e intereses coyunturales de los políticos.

sábado, 16 de julio de 2022

APEGO A LA VIDA Y DIGNIDAD

Dasiscolia ciliata. Foto JBL, 19 de mayo 2022. Sobre Sedum


La vida no es un valor absoluto. Los filósofos vitalistas se equivocan. Sócrates afirmó ante sus jueces que una vida que no se examina a sí misma, una existencia sin conciencia de sí, sin capacidad de reflexión, no es una vida propiamente humana ni es digna de ser vivida.

miércoles, 1 de junio de 2022

LA VIDA DE LAS PALABRAS

La metamorfosis del objeto (estudio para un cenicero), Magritte, 1933.
Objeto transformado por "contaminación semántica" de la pipa, emblema del artista.

Michel Bréal (1832-1915) fue un filósofo de padres franco-judíos al que muchos tienen por fundador de la Semántica moderna. En su Essai de Sémantique (1897) estudió la acción a distancia que las palabras de una lengua ejercen sobre otras. Así, una palabra tiende a restringir cada vez más su significación, sentido, cuando una "colega" extiende la suya. Bréal pone el ejemplo del verbo francés "muer" que cede su lugar, al menos gran parte de su campo semántico, al verbo "changer".

sábado, 28 de mayo de 2022

VERDAD




“En mi soledad/ he visto cosas muy claras/ que no son verdad”

A. Machado

"La verdad no es una propiedad del mundo. 
Tampoco es una propiedad de las proposiciones. 
No pertenece ni al mundo ni al lenguaje, 
sino a la relación entre ambos"

Arthur C. Danto. Qué es filosofía, Alianza, Madrid, 1976.

La noción de verdad es fundamental para el conocimiento. La filosofía y cultura tienen su origen en una rotunda afirmación: el asombro ante la existencia de una realidad y ante la posibilidad humana de descubrir un orden en ella. Los griegos clásicos tuvieron un concepto negativo de la verdad, la verdad como a-létheia (αλήθεια) es un acontecimiento excepcional, la realidad misma que se hace patente y se sustrae así al olvido y al ocultamiento. Verdaderas no son las fugaces apariencias inmediatas, no es lo que hay ahí, sino que verdad es des-velamiento, des-cubrimiento de lo permanente, del orden racional y estable de las cosas que subyace como arcano, sustrato o sustancia, bajo los fenómenos (las apariencias).

sábado, 16 de abril de 2022

SABERES SOBRE-NATURALES

Secciones cónicas



En su libro sobre el nacimiento de la ciencia y la filosofía en la Jonia del siglo VI a. C. (Pitágoras, 2019), Víctor Gómez Pin explica el hito creador y paso de frontera entre la ciencia y la filosofía, es decir, entre un pensar que se propone dar razón y cuenta de la naturaleza (physis) y otro que incluye la interrogación sobre la ciencia misma, o sea sobre nuestro modo de conocer lo que sucede y nuestra forma de interpretarlo (y aplicarlo técnicamente): ¿Qué significa que frente al ser natural haya un ser de razón, el humano, que exige cuentas y busca sentidos?

miércoles, 23 de marzo de 2022

PODER DE LOS MEMES




Desambiguación de "meme"

1. Elemento cultural o de comportamiento que se transmite de persona a persona o de generación a generación.

2. Texto, imagen, vídeo u otro elemento que se difunde rápidamente por internet, y que a menudo se modifica con fines humorísticos.


Voy a referirme al primero de los significados mediante una elucidación del concepto biológico y evolucionista de "meme", con una breve definición de la teoría de los memes y sus limitaciones.

jueves, 24 de febrero de 2022

REFLEXIONES DE MEDARDO


Medardo Fraile en Jadraque (Guadalajara),
río Henares, viajando por las tierras de Alfanhui en 1956
con Carmen Martín Gaite, Rafel Sánchez Ferlosio y Nicolás Vázquez.
 
 
En memoria de Medardo Fraile (1925-2013) 
y en atención a la sabiduría de sus últimos cuentos.


Los cuentos de Medardo Fraile están protagonizados por personajes corrientes pero extraordinarios. Valga la paradoja: son corrientes porque no son nada del otro mundo sino muy de éste y porque resultan siempre más bondadosos que malvados, más pobres que ricos, y sus vidas van pasando a la velocidad con que devoras las páginas de una buena novela. Además, son personajes extraordinarios por varias razones: una de ellas es que llevan nombres arcaicos y sonoros: Kelele, Carmelo, Oria, Eloy, Ciriaco, Otaola, Saturio, Parmenio, Leoncia, Bonifacio, Fuencisla… Desgraciadamente, ¡ya no hay gusto para estos nombres!, será porque “el mundo se encallece y afea cada día más”, o porque se americaniza y aborrega sin remedio, y sin que nos demos casi cuenta. 


Medardo Fraile, abajo en el centro con barba cana, rodeado de
 profesores y alumnos del IES Francisco de los Cobos,
después de su conferencia, la inaugural del curso 2009 (6-Nov.).

domingo, 13 de febrero de 2022

DÉDALO EL ARTESANO

 

Grabado de José Rodríguez Expósito

Félix Duque fija para su Edad Artesanal la secuencia que va desde el siglo VII a. C. al XIII d. C. y cuyas cumbres más significativas serían la Atenas de Pericles y la Firenze bajomedieval. El artesano como el ingeniero romano o el arquitecto bizantino transforman la naturaleza, que no sólo es materia, sino también forma y fin. No la crean; sólo Dios cría y crea desde la nada, que también es suya. La técnica es en general el ardid o la astucia que la sociedad emplea para domesticar lo natural. La ciudad no representa una contra-naturaleza, sino una naturaleza más alta y compleja. Ya lo dijo Aristóteles: somos por naturaleza (peri physei) un animal político.

miércoles, 9 de febrero de 2022

ANIMAL INQUISITIVO



Agradezco a Lykofrán la confianza con que me cuenta cómo “se aterra” por las “preguntas estúpidas” que ha podido leer en los grupos de filosofía de las redes sociales… -Amigo, aterran los terroristas, no los preguntones, aunque estos pueden cansar, como los niños cuando se empeñan en saberlo todo. Le recomiendo a Lykofrán tolerancia y misericordia.

lunes, 31 de enero de 2022

EL SABER LIBRE

Detalle de La Escuela de Atenas de Rafael
representando a Pitágoras (1510/11)


La hipótesis de un orden necesario en la naturaleza, independiente del capricho de los dioses y de la voluntad de los hombres (el hombre propone y Dios dispone), abrió el camino con Tales de Mileto, allá en la Jonia griega del siglo VI a. C., al desarrollo de las ciencias, cuya historia ha transformado esencialmente nuestro mundo y de las que ya depende también su supervivencia.

Para Gómez Pin, el postulado de que la Necesidad rige en la naturaleza, de que las cosas no suceden “porque sí”, sustenta también el principio, y optimismo, de que las leyes de la naturaleza son cognoscibles. Esas leyes son desde luego muy distintas a las leyes humanas (nomoi), ya que es posible saltarse un semáforo en rojo; pero, si no me hidrato, muero. Es decir, las leyes de la physis (naturaleza) son de obligado cumplimiento y sus valores (si con Javier Echeverría reconocemos “valores naturales”) son bien diferentes de los valores morales, estéticos o religiosos.

sábado, 15 de enero de 2022

ARTES DE LA MEMORIA

 

No existe la identidad personal sin memoria genética y mental

“Aquellos que desean recordar,
retírense de la luz pública a una obscura intimidad”

 Alberto Magno. De memoria et reminiscencia.


 Es la memoria un bien necesario para la vida. Cicerón consideraba su existencia un buen argumento a favor de la inmortalidad del ánima y de la divinidad del hombre.  Ortega tenía más al humano por un animal memorioso que por un animal razonador. La memoria da ser y existencia a lo que ya no es, tesoro de las ciencias, madre de la sabiduría y de las artes junto con la experiencia. Lo que la memoria sostiene es lo que sabemos y por eso dijo Platón que saber es recordar.